Se trata de un dulce típico de Sabadell que se elabora de forma totalmente artesanal desde 1928. Genescà es la pastelería autora de la receta y la va transmitiendo de generación en generación.
Sus ingredientes, 100% naturales, son la harina, la nata, la mantequilla y el azúcar. Se fabrican diariamente y se recomienda consumirlas durante los cinco días posteriores a su compra.