La Casa Fàbrica Turull es una tipología de edificio que contiene, a la vez, espacios para trabajar y espacios para vivir, de los pocos que se conservan en la ciudad de su pasado industrial. La Casa Fàbrica Turull fue construida por Pau Turull i Font en 1819, pero el aspecto actual, en cuanto a su interior, se debe a una gran reforma que se hizo en la casa en 1860 a causa de la visita de la reina Isabell II; mientras que, en cuanto al exterior, es el resultado de otra reforma de 1865, del maestro de obra Josep Lacueva. La fachada, muy austera, contrasta con el esplendor del interior.
Hoy en día se pueden visitar las alas nobles de la casa: en la planta baja encontramos el vestíbulo, una alcoba llamada «sala pompeiana», el comedor y la sala de fumadores, que conservan los embaldosados, las pinturas en las paredes y los artesonados de los techos originales. En la primera planta se encuentran los salones y las alcobas para recibir a los invitados, que contienen las decoraciones originales y parte del mobiliario de la época, a pesar de que algunos espacios como la capilla o el despacho presentan un aspecto más romántico debido a una rehabilitación realizada en el edificio en los años sesenta, y para su adaptación a usos museísticos. Actualmente es la sede del Museo de Arte de la ciudad.
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